Diferencias entre ranas y sapos.



En esta temporada de lluvia es muy común que anfibios como ranas y sapos hagan presencia en los lugares que frecuentamos. Se explicará cómo podemos diferenciarlos entre si.
Es importante que no les hagamos daño pues son bioindicadores y pueden controlar plagas.

Ranas y sapos:  Se caracteriza por la carencia de cola, “cuerpo corto y muy ensanchado, y patas posteriores más desarrolladas, adaptadas para el salto. Su tamaño puede variar desde unos escasos 8,5 milímetros, como es el caso de las especies del género Eleutherodactylus, hasta tallas que superan los 30 centímetros, destacando la rana Goliat.” (Menéndez Valderrey, J. L, 2019) En el mundo se tienen registros de aproximadamente 6,200 - 6,333 especies y 237 en México. (Conabio, 2014)

Es muy común confundir a las ranas de los sapos, morfológicamente son muy parecidos, su ciclo de vida comienza de la misma manera; al eclosionar son renacuajos y con forme se da su maduración pasan por una metamorfosis para convertirse en aquellas figuras tan típicas que todos conocemos, incluso existe cierto grado de similitud en los ambientes que frecuentan, sin embargo las diferencias existen y basta solo un poco de esfuerzo podemos encontrar con rapidez las características fenotípicas que los separan entre sí.
Las ranas y los sapos pertenecen a la orden de los anfibios: los anuros.
Una de las diferencias más obvia entre ellos es su piel: las ranas tienen una piel lisa y brillante, y habitualmente con el aspecto de estar húmeda. Además, pueden ser de colores muy variados.  En cambio, los sapos tienen la piel rugosa. Tiene aspecto de ser áspera y seca. En cuanto a sus colores, los sapos son menos lucidos que las ranas: son de colores pardos y apagados.
Las ranas viven en zonas más húmedas (ríos, charcas, etc) que los sapos, que pueden prescindir del agua durante más tiempo. En cambio, ambas especies se reproducen en el agua: tanto ranas como sapos depositan los huevos en el agua; durante las primeras semanas de vida, antes de que desarrollen patas y pulmones, solamente pueden vivir bajo el agua.
Habitualmente, las ranas tienen las patas palmeadas: entre los dedos tienen una membrana. Sus patas son más fuertes y hábiles que las de los sapos. De esta manera, las ranas pueden dar largos saltos para desplazarse. En cambio, las patas de los sapos solamente son capaces de propulsarlo a base de pequeños saltos.
Pero a pesar de todo esto existen aun algunas especies de sapos y ranas que al contrario de las características generales pueden tener piel brillosa (sapos) o patas cortas con una potencia menor, por este caso la prueba contundente para separar ambos seres vivos es (como siempre) el DNA. (Huelin. L, 2018).


Literatuta citada:
Menéndez Valderrey, J. L. 2019. Anura. En:https://www.asturnatura.com/orden/anura.html 

Huelin, L. 2018. Diferencias ranas y sapos. En:https://misanimales.com/las-diferencias-entre-sapos-y-ranas/ 

Figura 1: Auer. A, 2009. Bufo bufo. En: http://www.naturfoto.cz 
Figura 2: Díaz-Gamboa, L. 2017. Craugastor yucatanensis. En:  http://enciclovida.mx/especies/35398-craugastor-yucatanensis.




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